La radiofrecuencia es uno de los tratamientos estéticos más demandados actualmente. Se la conoce como lifting sin cirugía, se puede aplicar en cualquier sector del cuerpo, especialmente en la cara, cuello, abdomen, muslos y glúteos y es compatible con todos los tipos de piel. Consiste en la aplicación de ondas electromagnéticas en la piel a tratar, conduciendo así la energía hasta las zonas más profundas de la piel, logrando así la estimulación del colágeno favoreciendo el efecto tensor y corrigiendo la flacidez. Produce una mejora en la elasticidad, hidratación, suavidad y favorece la regeneración de la piel.
Con este tratamiento podrás mejorar el contorno facial, moldea el contorno del cuello, reduce visiblemente esas pequeñas arruguitas que salen con el paso del tiempo, líneas de expresión, eliminar la antiestética celulitis, acabar con la flacidez, reafirmar la piel de los párpados, reducir la papada, disminuir bolsas y ojeras y mucho más. Durante la sesión lo único que notaremos será una sensación de calor, ya que el tratamiento se realiza en torno al 40-42º de temperatura superficial de la piel. Lo que provoca esta sensación de calor es el síntoma de que el colágeno está siendo estimulado y reafirmado.
El número de sesiones necesarias es variable y va a depender del estado de cada paciente y el nivel de exigencia del mismo, pero se consideran necesarias entre 4 y 6 en facial, y entre 6 y 10 en tratamientos corporales. No te olvides que con este tratamiento podrás oxigenar y nutrir la piel, de manera que mejorará tu aspecto y te sentirás mucho mejor. Si unimos todo esto no tardarás en ver que tus músculos se reafirman y que eliminas adiposidad localizada en zonas como muslos y piernas. Con la radiofrecuencia no sólo estarás más bella, si no que lucirás una piel más joven, más luminosa, tersa y sin flacidez.
La radiofrecuencia está indicada para: